
Si has decidido teñir tu misma el cabello, es importante que tomes unas pautas correctas para que su resultado sea como esperas.
Siempre es difícil teñirse uno mismo, quizás es prudente ir a la peluquería o pedir a una segunda persona que te aplique el tinte y realizarlo lo más cómodamente posible, pero no siempre tenemos esa posibilidad, o te ves con demasiado apuro como para optar por esas u otras opciones.
Todas conocemos ya las famosas explicaciones del fabricante, si los resultados anteriores no han sido lo que buscabas te aconsejaremos un método más casero.
Ante todo piensa en proteger tu ropa, quítate todo lo que pueda entorpecer a la hora de extender el tinte o lavarte el cabello posteriormente, aleja por tanto los anillos, cadenas, pulseras, etc. Es conveniente estar en el lugar adecuado de forma que puedas ver como te extiendes el tinte y ayudarte con guantes, un pincel y si tienes a mano algún cuenco o pequeña taza para realizar la mezcla.
No laves nunca el cabello antes del tinte.
Comienza realizando separaciones de un centímetro a centímetro y medio, comienza aplicando el tinte sobre la raíz del cabello antes de extender a lo largo del cabello, es prudente que dejes un tiempo de actuación entre la aplicación de la raíz y el resto del cabello, ya que la raíz necesita quizás más tiempo que el sobrante.
Tras veinte a veinticinco minutos de tinte o según indique el fabricante, masajea un poco el cabello, humedece el cabello y sigue masajeando unos minutos para homogeneizar tu color, posteriormente aclara con agua a poder ser no muy caliente y enjuaga abundantemente.
Si el tinte tiene crema o reparador, una vez lavado el cabello extiéndetelo deja actuar unos minutos y aclara nuevamente.
Tras el tinte, si todavía notas ese olor tan fuerte a pesar del reparador o la crema, te aconsejamos que te apliques un buen perfume en el cuerpo, evita el cabello, aplícate el perfume en zonas como la parte interna de las muñecas o a la altura del pecho, etc. Ese olor pasara un poco más desapercibido.